En realidad, la playa no es nudista, pero a 20 metros de la orilla, sólo cruzando un canal con el agua hasta la cintura, se puede llegar a una islita de arena con multitud de pequeñas calas alejadas de todo en las que sí es posible quitarse el bañador.
Afortunadamente para los que preferimos las playas vírgenes o aisladas, este fantástico lugar se encuentra muy lejos de las principales poblaciones de Creta. Incluso desde Paleochora, la carretera se retuerce para cruzar las montañas y el viaje lleva más de una hora.
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Una vez allí, los últimos metros se hacen por una pista sin asfaltar hasta llegar al amplio aparcamiento justo al lado de la playa. Para la zona nudista todavía hay que cruzar caminando a la isla y seguir por la orilla un rato.
La playa
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Una vez allí, los últimos metros se hacen por una pista sin asfaltar hasta llegar al amplio aparcamiento justo al lado de la playa. Para la zona nudista todavía hay que cruzar caminando a la isla y seguir por la orilla un rato.
La playa
Lo primero que vemos es una playa bastante larga y de arena fina, algo poco habitual en la costa sur de Creta. Acercándonos a la orilla descubrimos el particular tono rosado de la arena, lo que la hace todavía más especial. Esta es la zona más "urbanizada" (es un decir), con hamacas y sombrillas y un par de bares en la propia playa. Pero lo que más llama la atención es el mar, sin una ola, y que parece no cubrir nunca: se puede llegar hasta unas rocas bastante lejanas sin que cubra por encima de la cintura.
En el extremo del triángulo que forma la playa nos encontramos frente a la isla. De nuevo es posible cruzar caminando sin apenas mojarse el bañador (toda esta zona es textil). Una vez allí cruzamos las dunas por el paso habilitado, procurando no dañar el entorno, para llegar a la costa sur. Después de la primera playa, muy parecida a la de "tierra firme" y con bastante gente, vamos encontrando pequeñas calas entre rocas. La arena es igual de rosa, pero el mar es todavía más transparente.
Cada vez veremos menos gente, hasta acabar encontrándonos solos mucho antes todavía de llegar al extremo rocoso de la isla.
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En el extremo del triángulo que forma la playa nos encontramos frente a la isla. De nuevo es posible cruzar caminando sin apenas mojarse el bañador (toda esta zona es textil). Una vez allí cruzamos las dunas por el paso habilitado, procurando no dañar el entorno, para llegar a la costa sur. Después de la primera playa, muy parecida a la de "tierra firme" y con bastante gente, vamos encontrando pequeñas calas entre rocas. La arena es igual de rosa, pero el mar es todavía más transparente.
Cada vez veremos menos gente, hasta acabar encontrándonos solos mucho antes todavía de llegar al extremo rocoso de la isla.
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Servicios
Aunque no esté para nada masificada, la playa principal tiene todos los servicios de una típica playa turística: bares en la misma playa, duchas, baños, socorristas, alquiler de sombrillas y tumbonas... Sin embargo, la isla es mucho más natural y allí no hay nada de todo esto.
Nudismo
Únicamente es posible en la isla. Cuando se llega a ella, tanto en la parte que da hacia la playa como en la que mira hacia el mar después de cruzar las dunas todo el mundo está vestido. Sin embargo, si desde esta última seguimos hacia la derecha, cuanto más avanzamos cada vez encontramos menos gente, y a partir de un punto la probabilidad de que estén desnudos es muy alta. No sé decir dónde está la frontera nudista / textil, pero una vez allí se hace evidente cuando puedes quitarte el bañador sin molestar a nadie. Tampoco es una división excluyente, es normal que te encuentres con gente vestida recorriendo la orilla.
También entre las dunas se ve a alguna persona que parece estar desnuda, pero aparte de que no me gusta esconderme, toda la zona está protegida y sólo se debería cruzar por los caminos marcados. Personalmente, prefiero caminar algo más hasta encontrar una cala solitaria.
También entre las dunas se ve a alguna persona que parece estar desnuda, pero aparte de que no me gusta esconderme, toda la zona está protegida y sólo se debería cruzar por los caminos marcados. Personalmente, prefiero caminar algo más hasta encontrar una cala solitaria.
- El agua cristalina, la arena rosada, las pequeñas calas... Sólo estando allí uno es capaz de comprender la belleza de este lugar
- La carretera hasta Elafonissi, muy lejos de las principales poblaciones
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